PARTICIPE DE LA MUERTE EN LA CALLE


Caminaba como las nubes pasan a diario por sobre mi cabeza, día que anhela cualquier turista perdido. Nunca imaginé al escapar de mi caverna ser participe del acto criminal que por inocente me hice cómplice.

Todos me acompañaban en mi andar. En el sin fin estaba el subterráneo, no era nada anormal levitar hasta ahí, por cierto, eran los mismos adoquines que miraba desde arriba.

En qué pensaba para no ser el mismo que fui a diario, ¿en qué pensaba que quise mirar tan horrendo crimen?, ¿En qué pensaba para ser participe de esa muerte? En qué pensaba, sigo pensando en qué pensaba.

Era como el silencio de un bosque, su cabellera no era más que el murmullo del viento, la belleza de Los Andes no se logra igualar a sus brillantes y su contraste era invisible. Pero ¿por qué el ruido de los autos tenían que arruinar todo lo que ella tenía?, en qué pensaba que vi todo, por qué la luz verde no cambió a rojo, por qué ese día pasaba 10 minutos antes. Preguntas que nunca terminaré de responder, porque en la retina me quedará para siempre su suavidad.

Parte de mis años te acompañarán, parte de tu aroma se impregnó en mi ego para no volverte a ver.



Te sentí profundamente al verte en esa escena holywoodense. Y nunca olvidaré que la amarga puerta quedó abierta.

 
Outpost Earth Blog Directory