HISTORIA DE PERROS

Cuando comenzaba mis primeros días de Universidad, recuerdo perfectamente a ese profe canoso y barbón que decía, chiquillos, ustedes tienen que tener siempre presente que “no es noticia cuando un perro muerde a un hombre, pero sí es, cuando un hombre muerde a un perro” y yo inocentemente, me preguntaba, y quien va a ser tan imbécil de morder a un perro, si antes de que lo haga, el perro ya lo tiene en la posta poniéndose la vacuna antirrábica. Pero siempre lo llevé como artillería, en cuanta noticia, articulo o reportaje escribía, siempre hacía el ejercicio de la comparación

Pasó el tiempo y me fui dando cuenta que las cosas no eran tan como decía mi profe, porque, si bien, efectivamente que un hombre muerda a un perro es noticia, quien efectivamente dice si va o no en la edición próxima es otro y no uno… que lástima, uno no es quien realmente decide entre qué es noticia y qué no. Lamentablemente, uno es un simple obrero de quienes ejercen un poder a favor de ellos, que siempre va en detrimento de uno. Pero ¡¡ANDATE!! sé independiente, dirían varios de aquellos vejetes, que con un cigarro entre sus labios me repasaban historietas casi de cuentos, que uno ilusionado, junto a mis compañeros hacíamos nuestras.

Pero, ahora, en la realidad de las cosas (aunque, a veces, muchos me digan, déjate de hueviar con tu famosa realidad), en la efectividad de la vida, no se puede escribir cuentos de clandestinidad, ni de prostíbulos, ni de noches bohemias, ni mucho menos de esas largas conversaciones con poetas y escritores que me mencionaba ese bigotudo viejo guatón.

Y qué hago ahora, si siempre me contaron una historia feliz, como quien le relata la Caperucita roja a un niño inocente, ¿qué hago? le preguntaría a todos esos que sin descaro, llegaban y me hablaban de Wolf, Foucault, Cortazar, Marx, Borges, Kant, Maturana, entre otros tantos nombres, que ni siquiera quiero repasar. La vida es distinta, viejos cu…mplidores de años, muy distinta. Pero ténganse vergüenza, por lo que hacen hoy, no se arrepientan de lo que hicieron, y pregúntense por qué lo siguen haciendo, si ya saben que el resultado final, es un profesional calificado, que no gana más de $400.000… Y ustedes? No menos de $1.000.000 contando esas lindas historias, y arreglándose los bigotes en peleas de perros grandes.